Muchas veces, se relaciona, blando con cómodo. Este es un error, ya que antes que todo, un sofá debe aportar una firmeza a tu espalda y tu posición. Si es demasiado blando, la posición de descanso, se verá comprometida, deformando dicha postura, incluso haciendo que te hundas en él y provocando malas posiciones, que con el paso del tiempo te pasarán factura. El respaldo debe ser lo suficiente blando, como para que sientas que te recoje los riñones y asegure la postura de tu espalda.
Además debes tener en cuenta, que en el momento de la compra, el sofá está nuevo, ya se irá hablandando con el tiempo y uso. Pero si lo compras muy blando, no quieras pensar de aquí 5 años como estará… Nosotros nos preocupamos por la calidad de nuestros sofás, y por ello, hay modelos en los que incluso damos 10 años de garantía, respecto a su sentada.